El caserío Igartubeiti fue construido a mediados del siglo XVI y es un magnífico representante de la Edad de Oro del caserío vasco. Alcanzó su plenitud a principios del siglo XVII, momento en el que fue ampliada y sufrió una importante transformación para adaptarse a nuevas formas de vida y trabajo.
Sin embargo, estas reformas no afectaron a la estructura original de madera, excelentemente conservada. En su interior se mantiene un gran lagar de sidra que hace de Igartubeiti uno de los caseríos más interesantes del País Vasco.
En el Centro de Interpretación se revive la historia de los caseríos vascos a lo largo de más de mil años. A través de las voces de la familia y los vecinos de Igartubeiti se descubre cómo fueron creciendo y evolucionando los antiguos caseríos, cómo vivían y trabajaban sus habitantes, cómo se relacionaban entre ellos, en qué creían, qué producían, cómo se alimentaban, de qué modo se divertían y qué les hacía sufrir.